Cuando las familias llegan a The Woodlands, Conroe, Tomball y sus alrededores, una de las primeras preocupaciones es adaptarse a su nuevo entorno. La falta de información sobre trámites, colegios, y procesos puede resultar abrumadora, especialmente para quienes vienen de otros países. Es ahí donde entra en juego la labor que realiza una mujer hispana valiosa como es Itzya Cárdenas, enlace social para inmigrantes: ofrecer apoyo y orientación a quienes necesitan adaptarse a este nuevo estilo de vida. Regularmente, son familias hispanas las que nos buscan, aunque atendemos personas de todas las nacionalidades. La comunidad hispana, en particular, suele necesitar asistencia para comprender el sistema educativo y la zonificación escolar.

En Estados Unidos, los estudiantes deben asistir a la escuela correspondiente a la zona donde viven, algo que puede ser diferente en otros países. En Conroe ISD, por ejemplo, es obligatorio presentar un comprobante de domicilio, además de otros documentos como acta de nacimiento, récord de vacunas y calificaciones. Este es un proceso que a menudo confunde a las familias, especialmente cuando surge el malentendido entre “prueba de residencia” y “residencia legal”. La prueba de residencia, en este contexto, se refiere únicamente al domicilio, no al estatus migratorio.

Lamentablemente, en ocasiones algunas personas intentan utilizar comprobantes de domicilio falsos para inscribir a sus hijos en escuelas fuera de su zona. Esto puede tener graves consecuencias, como la pérdida de becas universitarias o sanciones legales para quienes proporcionan información falsa.

Iytzia Cárdenas, además, de ofrecer asistencia con temas educativos, fue gestora de la Asociación Amiga, creada hace 11 años con una misión clara: ayudar a las familias migrantes, en especial a las mujeres, a integrarse a la comunidad de manera efectiva. Sabemos que la mujer es el pilar de la familia, y si ella se adapta, toda la familia lo hará también. A través de nuestra red, brindamos apoyo para que encuentren desde médicos hasta iglesias que se alineen con sus creencias, creando puentes entre las familias recién llegadas y aquellas que ya llevan tiempo aquí.

Nuestra meta es que cada nueva familia se sienta acompañada y pueda adaptarse sin sentirse sola, convirtiéndose así en parte activa y feliz de la comunidad.