“El desprendernos como familia tras pasar varios años en Venezuela fue un reto fuerte, especialmente porque éramos tres hermanos adolescentes. Salir de allá y, en mi caso particular, enfrentar un cambio tan grande fue difícil, ya que no sabía ni una palabra de inglés. Llegué aquí al colegio sin amigos, sin conocer nada y sin hablar el idioma. Sin embargo, aunque la transición fue desafiante, también resultó ser una oportunidad increíble para aprender cosas nuevas y abrirme a nuevas experiencias”.

Enrique Orioli, es un hombre hispano joven, nacido en Venezuela.  Es la tercera generación Orioli, cuya vida y trabajo son un testamento del poder cuando se vive en familia, con pasión y perseverancia. Actualmente es el pilar de la estructura operativa del Grupo de Restaurantes Orioli, y el responsable de asegurar que el legado de su familia perdure para las generaciones venideras.  

Detrás de los 8 restaurantes que han formado a lo largo de más de tres décadas, hay una historia que comenzó hace mucho tiempo en la región de Emilia-Romaña, Italia. Los abuelos de Enrique, Elda y Doménico Orioli, emigraron a Venezuela tras la Segunda Guerra Mundial, llevando consigo las tradiciones culinarias de su tierra natal. Lo que comenzó como un pequeño restaurante en la costa venezolana se transformó en una cadena de restaurantes y hoteles, todos infundidos con el amor y la dedicación de la familia.

Enrique recuerda que fue complejo el proceso de dejar atrás su hogar en Venezuela en 1999, cuando apenas era un adolescente de 16 años, para buscar nuevas oportunidades en Estados Unidos, en un contexto de inestabilidad política en su país natal. Sin embargo, no fue fácil. Él enfatiza la adaptación cultural y lingüística como un desafío importante, pero con el apoyo de su familia y la sólida base de las recetas de “Nonna” Elda, lograron abrir su primer restaurante en Houston, Vía Emilia, en el año 2000.

Enrique destaca la importancia de mantener la unidad familiar como la clave del éxito. Incluso hoy, a pesar de la expansión y el éxito, la familia sigue siendo el corazón de los negocios. Los domingos son sagrados para reunirse, compartir una comida, y transmitir los valores que los han mantenido unidos a través de los años.

Cuando le preguntamos sobre el futuro de los Orioli, Enrique nos habla de la importancia de seguir perfeccionando lo que tienen, de no perder de vista la calidad y las raíces que los han llevado hasta aquí. Con cinco restaurantes actualmente en operación, su plan es fortalecer y mejorar cada uno de ellos antes de considerar nuevas expansiones.

Al cerrar, Enrique comparte un mensaje de gratitud hacia la comunidad de The Woodlands, que ha sido un pilar fundamental en el crecimiento de su familia en Estados Unidos. Con 35 años de éxito en este país, la cadena Orioli sigue construyendo sobre la base sólida que sus abuelos comenzaron hace tanto tiempo.