Me llamo Ileana Turchínov y nací en La Paz, Bolivia, el corazón de Sudamérica. Llegué a Estados Unidos en 1983 y decidí establecerme en The Woodlands. Lo que me atrajo de esta comunidad fue la tranquilidad y la abundancia de árboles, algo que era distinto al frío que había experimentado en otros lugares donde viví anteriormente, como el estado de Minnesota.
En aquellos tiempos, The Woodlands era muy diferente. Solo existía un barrio que conocíamos como Grogans Mill, y la comunidad era pequeña y cercana. Mis hijos crecieron aquí, asistiendo a escuelas públicas donde recibieron una excelente educación, lo que les permitió prosperar en sus vidas. A pesar de mi divorcio, decidí quedarme en The Woodlands porque ya había formado amistades y una vida aquí. Una de mis primeras amigas fue Alma Ledwin, y juntas formamos parte de un grupo llamado International Friends que aún existe.
Al recordar cómo era The Woodlands en esos primeros días, me vienen a la mente muchos recuerdos entrañables. Recuerdo cuando Brookshire Brothers era una de las pocas tiendas de comestibles y había una pista de hielo donde ahora se encuentra la zona de Market Street. Aunque la comunidad ha crecido y cambiado mucho, sigo disfrutando de la facilidad de acceso a hospitales, tiendas y parques, así como de los senderos para bicicletas que recorren la zona.
Sin embargo, algo que me preocupa es que, en las comunidades más nuevas, la conservación de los árboles no es tan rigurosa como solía ser. The Woodlands siempre se destacó por su entorno natural, y espero que eso no se pierda con el tiempo.
En resumen, mis experiencias aquí han sido en su mayoría maravillosas, y me siento agradecida de haber encontrado un hogar en The Woodlands, un lugar que me ha dado tanto y donde he podido construir una vida plena y satisfactoria.