“Comencé en el mundo del hockey sobre hielo porque mis hermanos patinaban, y mis padres apoyaban ese deporte, aunque no sabían mucho sobre hockey. A pesar de eso, logré alcanzar un nivel muy bueno en México. Sin embargo, durante una gira, me rompí dos costillas y decidieron que ya no podía seguir jugando. No hubo problema, sabía que encontraría otra aventura.
Con un primo, decidimos comprar un kart, pensando: “¿Qué podría salir mal?”. Bueno, 35 años después, sigo en el automovilismo. He tenido la fortuna de ser piloto para varias marcas aquí en Houston. Para mí, las carreras son más que un deporte, es mi terapia. Prefiero ir al autódromo que al psicólogo”.
Emilio Aragón, un joven dinámico y carismático que ha llegado a la presidencia de la Asociación de Empresarios Mexicanos en The Woodlands, no solo representa a la comunidad mexicana, sino que también encarna los valores de perseverancia, ética y familia que hacen de esta ciudad un lugar tan especial.
Con motivo del 50º aniversario de The Woodlands, Emilio reflexiona sobre lo que significa este medio siglo de historia. Para él, The Woodlands es un lugar excepcionalmente planificado, donde la visión de su fundador, George P. Mitchell, ha priorizado siempre el bienestar familiar. “No es sorprendente que The Woodlands haya sido reconocida repetidamente como uno de los mejores lugares para criar una familia en Estados Unidos”, asegura.
Emilio también destaca el orgullo que siente al representar a los empresarios mexicanos en una comunidad donde los valores y la ética son fundamentales. Bajo su liderazgo, la asociación no solo promueve el intercambio económico entre México y Estados Unidos, sino que también se preocupa por el bienestar de sus miembros, brindando orientación y apoyo en diversos aspectos, desde la adaptación al sistema de salud estadounidense hasta la preparación para enfrentar huracanes.
Más allá de su rol profesional, Emilio es una persona profundamente agradecida con la vida. Cree firmemente en el valor del tiempo y en la importancia de la confianza en las relaciones humanas. Su pasión por el automovilismo, que comenzó tras recuperarse de una lesión en su juventud, es para él una forma de vida, una terapia que le permite encontrar equilibrio y enfoque.
Emilio nos recuerda que, en un mundo donde la velocidad y la inmediatez parecen reinar, es esencial mantener un balance entre la tecnología y los valores humanos. Su filosofía de vida se basa en el respeto, la ética y la confianza, principios que considera fundamentales para el éxito, tanto en los negocios como en la vida personal.
Para WoodlandStories Magazine, es un honor contar con la participación de líderes como Emilio, quienes no solo destacan por sus logros, sino también por su integridad y compromiso con la comunidad. Seguimos adelante con nuestra misión de compartir historias inspiradoras que reflejen lo mejor de The Woodlands y su gente hispanoamericana.